¿Sueles comprar embutido, te sobra y no sabes cómo conservarlo en casa? ¡Tenemos la solución! Aprende a conservarlo con estos consejos sin que pierda ni una de sus cualidades organolépticas, de Ezcaray a tu mesa.

Cómo conservar el embutido: el escenario ideal

En un escenario de conservación perfecto imitaríamos en la medida de lo posible las condiciones de un secadero. Por eso, los embutidos no envasados permanecerían a una temperatura constante, sin fluctuaciones, en torno a los 15ºC. El espacio elegido (habitualmente una despensa) debe estar seco, bien ventilado y en una zona oscura o al menos donde los rayos de sol no incidan directamente. Además, la ventilación es primordial.

Para terminar, si permanecen colgados y con suficiente separación entre ellos para que no se toquen y respiren, estaremos ante una conservación de 10.

No obstante, somos conscientes de que no todo el mundo puede contar en casa con un espacio específico para ello, así que sigue leyendo, ¡no está todo perdido! Además, si los embutidos están envasados al vacío como es el caso de los nuestros, es suficiente con mantenerlos en un lugar fresco y seco.

Cómo conservar el embutido en casas con poco espacio

Como te decíamos, aún existen opciones para que el embutido permanezca con su sabor, olor, color y textura el máximo tiempo posible. La solución, como imaginas, se llama, ¡frigorífico! No obstante, hay que tener en cuenta lo siguiente:

  • Cuando recibas uno de nuestros pedidos de embutidos artesanales en tu domicilio, puedes llevarlo directamente a la nevera. Tanto si está envasado al vacío como si no, es la opción más cómoda.
  • Procura que no haya cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo, sitúalos en las baldas intermedias del refrigerador y evita el punto más frío que serían los estantes inferiores. Por el contrario, tampoco es buena idea elegir la parte superior al ser la menos fría junto a la puerta de la nevera, que es la que experimenta más cambios de temperatura.
  • Coloca las piezas de embutido con espacio entre ellas.
  • Si ya está abierto el envase, mete el embutido en un recipiente antes.
  • Cuando lo retires del envase al vacío ponlo en un plato para que se airee antes de comértelo. En concreto, 20 minutos al abrir el envase y si su origen es el frigorífico, lo suficiente para que se atempere. Por ejemplo, en invierno será más tiempo que en verano y también influirá de tu ubicación geográfica.
  • Si el ambiente es fresco y seco y el producto está envasado, el embutido puede aguantar en perfectas condiciones sin la necesidad de meterlo al frigorífico. De esta manera, te ahorrarás el paso de tener que atemperarlo cuando quieras consumirlo. 

Cómo no conservar el embutido en casa

Esperamos que nuestros Embutidos Pisón no se vean envueltos en una de estas situaciones porque, sintiéndolo mucho, no podrás disfrutar de su sabor original y 100% artesanal:

  • A temperatura ambiente en pleno verano. Olvídate de ello y, en todo caso, sí es recomendable sacarlo de la nevera antes para potenciar su sabor. El tiempo dependerá de la estación del año y del lugar donde te encuentres.
  • Deja siempre la piel o tripa natural porque ayuda a conservar el embutido y a que no se seque. ¡No le quites su protección!
  • No lo coloques en lugares húmedos ya que puede aparecer moho.
  • Aléjalo de la luz natural. Por ejemplo, ni se te ocurra dejarlo cerca de una ventana. Lo que ocurriría es que el embutido se secaría con rapidez y se pondría muy duro.

Si no terminan de convencerte estos consejos sobre la mejor manera de conservar el embutido es…,¡en tu estómago! Esto es algo que si pruebas nuestros chorizos, salchichones, morcillas, chistorras y salchichas es fácil. ¿Pruebas?

¿Pones ya en práctica otros trucos? ¡Cuéntanos!

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